CANCÚN EL INICIO DE..


...el inicio de un viaje, de un sueño que se podría hacer realidad, de un camino, de la idea de escribir.


Salí (salimos, porque no viajé solo, pero para efectos egoístas de mi experiencia hablaré en primera persona)  el Lunes 30 de octubre de 2017 de la ciudad de Bogotá, si, algo nerviosos, pero al tiempo ansiosos..28 personas con la idea de divertirse, de aprender de vivir unos días únicos e inolvidables., migración sin problemas, de manera rápida y gracioso patiné por varios cubículos, mostrando mi identificación, para justificar que 20 menores salían con este “adulto responsable”, y a esperar el llamado en la sala de espera,  a recorrer las tienditas que están a las afueras de la sala, los pequeños espacios llenos de dulces, gaseosa, café de greca y demás.


llegó el llamado, las pisadas nerviosas que expresan la emoción de volar, los asientos de atrás, todos, en grupo...y la risa y la charla constantes (otra forma de calmar los nervios) y un rato después, quizá porque nos dimos cuenta que no había pantalla en las sillas, ni audífonos, ni música a bordo, alguién sacó un parlante y dió inicio a la música compartida por celulares..y así matar la espera de tres horas de vuelo…


Pasaron las horas, y se llevaron la lectura (o relectura de mi compañero de viaje - El Clan del oso Cavernario de J. M. Auel) el sueño, la música y demás cosas...y al girar la vista...así nos recibió Cancún…


Desde la ventan del avió, dan ganas de tocar las nubes...
Pido disculpas
, no soy fotógrafo, y no me gustan las fotos, prefiero guardar las imágenes en la memoria...así con ese mar azul-turquesa, con pocas nubes...y con el calor que se sentía traspasando las paredes del avión…


Aterrizamos y un grito y madrazo nos sacó risas, a una de nuestras compañeras de viaje, los amigos le movieron el asiento, la broma para quien le teme al despegar y aterrizar de los aviones… no es nada gracioso.


bajamos rápido, nos revisaron papeles también rápido y nos los sellaron con un “bienvenido a México” con su acento pegajoso y agradable, recogimos maletas y nos revisaron…”¿de dónde viene usted?, ¿motivo de su visita?, ¿cuántos días permanecerá?- preguntas que formularon mientras habrían la maleta y sacaban las cosas de ella...el karma de ser colombiano, pensé yo, pero bueno son cosas de rutina...igual ya estaba en México…
Aquí es donde la mayoría de personas se toma la foto en el letrero con el nombre de CANCÜN..yo prefería pasar y no hacerlo.


Y así se ve el mar, mar hermoso, desde la ventana del autobús que nos llevó a un hotel donde el todo incluido sonaba tentador.. el hotel genial, lindo lugar, lindas habitaciones….pero lo más increíble, poder salir a un balcón y observar esto..

Quizá no te mate mucho...pero a mi sí, el mar desde mi balcón...los árboles, la brisa del mar..woow..aunque..tengo otra imágen que me alegró, mi felicidad no solo por ir a México, era por estar para una de las  festividades más importantes para dicha cultura, el día de muertos, celebración que mantenía con expectativa, con curiosidad, y así fue mi primera imágen de un altar.
Un altar de muertos, con gracias, al estilo del hotel, pero altar que abrió la puerta a ese mágico mundo cultural.


Como dije, el primero, recreado en el hotel, pero que muestra el orgullo que esta gente tiene por esta fecha.  y luego de instalarnos a preguntar por la ciudad, por la seguridad de salir como turistas, por las recomendaciones de divisas, de las rutas de buses, del pasaje en uno de ellos, etc.


Todo fue escuchado y aclarado con paciencia, y es que lo que va enamorando de México son las personas y su acento, tomamos el bus ( o camion como le dicen) y uno todo nervioso de mirar por l ventana le pregunta a la primera persona que ve...y su respuesta fue una pregunta: ¿de dónde nos visitan?, - de Colombia fue la respuesta y enseguida…”ah Colombia que lindo país, queremos conocerlo, sobre todo Medellín, sabe, vemos muichas cosas sobre Colombia, pero sobre todo Narcos!, lindo país y paisajes...y las mujeres” y mientras tanto yo pensaba “Narcos, por dios, los colombianos somo mas que eso...pero bueno, dijeron  cosas sobre los paisajes y la comida” en fin, después de intercambiar terminaron con un “pierda cuidado, nosotros nos bajamos ahí también” y así fue llegamos a la parte del centro a la que íbamos...al regresar al hotel todo fue más tranquilo, la gente siguió siendo amables, y al bajarnos nos dicen unas personas…”uds los colombianos tienen un acento muy bonito y pegajoso”














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Comentarios

Art Diana Rueda ha dicho que…
Qué buena experiencia, esperamos leer más de ti.

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